Al igual que en muchos otros países, el epicentro del arte contemporáneo se concentra en las grandes capitales. Mucho influye el movimiento económico, político y social de las grandes ciudades para mostrar al mundo la actividad de los artistas, que buscan la exposición en los grandes museos y festivales. Sin embargo, la gran riqueza cultural de nuestro país vive en cada uno de los rincones de su territorio y el Bajío poco a poco se ha posicionado en el mercado del arte, siendo cuna de diversos movimientos artísticos, exposiciones, espacios dedicados al arte y manifestaciones culturales que han surgido en los últimos años. De acuerdo con un reporte de El Economista, el Bajío contribuyó con un 27.1% al PIB de México en 2018.
La escena artística del Bajío ha logrado romper con los esquemas de lo tradicional y el arte ha tomado una fuerza singular en distintos espacios públicos y privados que ahora son habitados por obras de arte o intervenidos en sus estructuras, fachadas y hasta en las calles mismas. Desde frases de escritores y poetas en banquetas, hasta murales e instalaciones en plazas y espacios de la ciudad, dando vida y sentido a lo invisible.
2020 fue un año difícil en el que cientos de artistas tuvieron la oportunidad de trabajar, aterrizar y expresar la voz colectiva de la angustia, la incertidumbre y el miedo que vivió la humanidad durante la pandemia, que sin duda es un hecho histórico que quedará registrado en el arte de estos tiempos. Próximamente podremos ver las distintas propuestas que estarán presentándose en los distintos espacios del Bajío para ser testigos de las creaciones e interpretaciones de la realidad que vivió la humanidad.
Es un gran momento para caminar, recorrer las calles coloniales del bajío y perderse en los distintos espacios de arte en los que seguramente, terminaremos por encontrarnos con los sentimientos que surgieron durante la pandemia y, sobre todo, con nosotros mismos.
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